Evasión...

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¿Será por siempre el Rock un marginal en Chile?

viernes, 31 de agosto de 2012

De la Cumbre del Rock Chileno y el jurel tipo salmón


En el pasado, tuvimos en Chile a las vedettes del Bim Bam Bum (soy muy joven para saber los nombres). Hoy, a Tatiana Merino, como en Argentina tuvieron a Moria Casán o Susana Giménez. La palabra "vedette" viene del francés, y significa "estrella del espectáculo", y alude a aquellas mujeres completas, que modelan, cantan, bailan y actúan, y están generalmente ligadas a los musicales, los cabarets, a la bohemia y a la vida nocturna, muy cargadas de glamour y acompañadas además de ingeniosos cómicos (como es el caso de nuestro Daniel Vilches, o, en representación de nuestros vecinos argentinos, José Luis Gioia), que a través de sus rutinas y chistes son los más agudos críticos de la política y la sociedad de su país, dándole a la presentación una cuota de profundidad y hasta un espacio para la reflexión.

También tuvimos modelos, como Cecilia Bolocco, nuestra única Miss Universo a la fecha, tal vez sólo comparable con la bella Carolina Parsons, modelo de carrera internacional. Hoy tenemos a Carolina de Moras y a Javiera Díaz de Valdés (esta última también actriz), o Patricio Laguna, en el caso de los hombres y para que no me tilden de machista. En Brasil, tienen a Adriana Lima y a Alessandra Ambrosio. "Modelo" se denomina a aquella persona que se expone como "referencia", y básicamente es una herramienta publicitaria, generalmente asociada a la difusión de propuestas de vestuario o cualquier otro producto anunciado en alguna plataforma de exhibición.

En Chile, consideramos alguna vez vedette a Blanquita Nieves, que (no es nada personal, señorita) si bien sí fue modelo, nunca se ha destacado como una mujer que además cante, actúe y baile a la vez con igual gracia en algún teatro. Asimismo, consideramos modelo a Vale Roth (con todo el respeto para ella y para su padre, al que admiro mucho profesionalmente hablando), siendo que ella, salvo esa campaña publicitaria de una conocida marca de hojas de afeitar, no trabaja en costura ni en publicidad al menos en la actualidad.

 Se viene la próxima Cumbre del Rock Chileno, ¿a qué quiero ir con esto? Pues, que en nuestro afán de contentarnos con poco en algunos aspectos socio-culturales, la música no escapa a esta situación de autocomplacencia o simple confusión de las cosas.


En el pasado surgieron en Chile bandas de rock, como Tumulto, Arena Movediza o Aguaturbia, entre otras, que hacían justicia a esa etiqueta, es decir, mostraban esos rasgos característicos del sonido rockero: guitarras demoledoras, pasión por los solos y los alaridos y cantos a voz en grito, y en ocasiones, con textos cargados de transgresión, sexo, crítica social o política. Y aún admitiendo que la raíz de ese sonido no era chilena, sino una ensalada de ritmos europeos, norteamericanos y africanos, entre otros, esas propuestas lograron de todas formas un sonido personal, el del Rock Chileno. Algunas felizmente perduran hasta hoy, con menos atención de la que merecen por parte de los medios, pero siendo justamente valoradas por aquellos que adoran ese sonido crudo y visceral.

Con el apagón cultural sufrido, entre otras cosas, por la dictadura de Pinochet, las propuestas surgidas durante esa era carecieron de referentes extranjeros, por lo que la personalización del sonido se profundizó, alejando a varias de ellas de la etiqueta de "banda de rock", como pasó con Los Prisioneros (aunque el propio Jorge González niega ser o sentirse rockero o fanático de él), Aparato Raro o Electrodomésticos, considerados rockeros por motivos más líricos que estrictamente musicales, pero igualmente respetados y admirados por la cultura popular chilena, incluyendo a su fiel servidor.

La escena de la época de transición estuvo empapada de muy buenas canciones  y sensibles guitarras salidas de la inspiración de Los Tres, Solar, La Dolce Vita, Ex o Venus, todas un poco más relacionadas con los riffs ásperos y los gritos desbocados que sus antecesores ochenteros.

Pero posteriormente, el término "Rock Chileno" se extendió demasiado, a mi juicio, y nuevos artistas son incluidos dentro de esta corriente, siendo sus exponentes más actuales Los Bunkers (con el beneficio de la duda para estos últimos), los retornados Saiko, y aquello que alguien llamó alguna vez 'Rock Orgánico', surgido de la mano de Camila Moreno (quien tal vez argüirá que la canción "es un ente libre y con vida propia que no requiere de etiquetas", etc. Pero esa es una historia aparte que debatiremos en otra oportunidad). Si hasta Manuel García ha llegado a ser considerado como músico de 'Rock tipo Cantautor' (?).

Y aquí es donde surge la interrogante, ¿alguna de estas bandas o solistas, toca efectivamente rock, basándonos en las características de ese género, descritas algunos párrafos arriba? Cierto, es contradictorio decir que el rock tiene algunas reglas (la actitud que esta música precisamente radica en la transgresión de las reglas, cualquiera sean estas), pero debemos tomar en cuenta que el instrumento insigne del rock es la guitarra, ¿y quién de estos artistas de la escena de hoy efectivamente ocupa y le saca partido a este maravilloso instrumento?

Si hasta el colombiano Juanes llegó a Chile tildado de rockero, ataviado de una hermosa Fender Telecaster,  ¿acaso hay alguna canción de él que se caracterice por algún riff demoledor o por alguna letra que remueva neuronas?

Bueno, de ese mismo modo en que cualquier mujer que se haga tema frecuente en los programas de farándula televisiva es denominada 'modelo' acá en Chile, también a cualquier banda musical con alineación que incluya guitara eléctrica, bajo y batería se la considera banda de Rock, tal como a esas tres muchachas españolas llamadas Ketchup se las llamó "cantaoras de flamenco" en el pasado, sólo por haber salido en publicidad con ropas típicas de la zona sur de España y a pesar de que la canción que las trajo a Chile no tiene nada de flamenco. Y qué decir de la mal llamada "bachata" que canta el tal Prince Royce y Aventura, cuando de ese género estas canciones no tienen más que algunos coqueteos, sin mayor semejanza a aquellas bachatas popularizadas, entre otros, por el gran Juan Luis Guerra ('Bachata Rosa', 'Quisiera Ser un Pez').

¿Somos poco cultos o simplemente poco exigentes? ¿O los dos?

Claro, los ya citados Prisioneros y Aparato Raro, como antes dijimos, son considerados rockeros más por sus textos  y por su actitud que por algún riff o solo de guitarra cargado de testosterona. Ellos criticaron a las autoridades políticas antes de que esto se hiciera moda y en tiempos donde efectivamente había que ser valiente para ello, con el riesgo evidente de morir fusilado por orden de ese 'Tatita' que no merece ser nombrado. Supongo, por lo tanto, que esto fue lo que dio luz verde a las otras bandas o solistas para que se pusieran esa etiqueta (sin merecerlo todas, claro está). Ahora, en relativa democracia, todos se admiran porque Manuel García (del cual nunca negaré el talento, en esto soy enfático) lee una carta destinada a Piñera, en un momento en que todos se sienten transgresores porque manifiestan su disgusto con la clase política mediante las redes sociales, toman un café en el Barrio Lastarria y visten de modo original. Si Los Prisioneros y Aparato Raro no necesitaron de esto y se atrevieron a más para ganarse el honor de ser citados como parte de la historia de nuestro Rock, doble mérito para nuestros Prisioneros y nuestro Aparato Raro: ser auténtico es la principal y mejor forma de ser un transgresor dentro de  una cultura y/o sociedad.

 Tal vez es cierto que las actuales propuestas están reinventando la estructura tradicional de estos géneros. Si existe el "jurel tipo salmón" y alguna vez un aspirante a la presidencia se autoproclamó "Bacheletista Aliancista", bien tal vez puedan existir en nuestra faja de tierra mezcolanzas como el 'Rock Orgánico', Rock tipo Cantautor', 'Rock con Raíces', 'Rock Intelectual' y cuánta pomada con la etiqueta de "Rock" exista...

Es valiente la propuesta de aquellos que eligen hacer música sin encasillarla en estilo alguno, libres de las ataduras propias de los géneros y la dictadura de los fanáticos, como nuestros queridos Jaivas (rockeros  progresivos reconocidos por todos aunque nunca hayan querido ostentar de dicho título). Siempre debemos tomar en cuenta que, cualquiera sea el camino que elijamos, habrá un precio por pagar...los más famosos rockeros son cuestionados hasta por sus propios admiradores si quieren probar algo nuevo en sus creaciones que resulte no muy coherente con la furia de los inicios. Por lo tanto, si se elige una etiqueta, lo más apropiado debe ser tomarla sólo para la canción, no para la propuesta en general. Vaya a saber uno la receta...

¿Le gusta el rock al chileno medio? En la experiencia del ex Prisionero Claudio Narea (el más rockero del trío sanmiguelino), no. Aún así, cuando bandas de Rock de la vieja escuela nos visitan, como Deep Purple,  Scorpions o Motley Crue, si estas no llenan estadios, al menos logran una concurrencia más que aceptable. Tal vez con estas visitas podamos llenar un poco ese vacío de sonido rockero de pura cepa del que quizá no pocos están sedientos...

¿Tendrán Tumulto y Arena Movediza su espacio en alguna Cumbre del Rock? Bueno, ellos mismos quizá hayan preferido estar afuera, fieles al bajo perfil que los caracteriza. 

A mí, personalmente, me encantaría que estuvieran allí. Me encanta el Rock. Pero no presumiré de tocarlo con el fin de aparentar la rudeza o rebeldía que me falta. 

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