Evasión...

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¿Será por siempre el Rock un marginal en Chile?

sábado, 26 de agosto de 2017

Carta abierta a Benjamín Mackenna (Líder de Los Huasos Quincheros):

Estimado Señor Mackenna:
Quien escribe estas líneas no es su particular admirador, pero tampoco un detractor de su obra ni menos de su persona, aunque no seamos afines en lo referido a política. Como chileno, músico, melómano y compositor de canciones que soy, reconozco el aporte suyo y de su conjunto a nuestra cultura e identidad chilena, por lo que redacto esta carta abierta remitiéndome exclusivamente al artículo publicado por La Tercera en su edición del Sábado 26 de Agosto de 2017, donde usted revela información de su historia personal y vierte sus opiniones acerca del panorama socio-cultural chileno.
Primero, sus juicios sobre la obra de Víctor Jara me parecen, por decir lo menos, antojadizos. Tal vez los aspectos técnicos y/o ejecutorios acerca de un artista o una pieza musical puedan medirse de forma efectivamente comprobable empíricamente, por lo tanto, si usted considera a Víctor Jara un cantante "regular", como usted literalmente lo indica, puede esta ser una opinión fundamentada y demostrable, pero eso de determinar que en el repertorio de Jara "te vas a encontrar con tres o cuatro canciones valiosas", como usted dijo, es arrogante y veleidoso de su parte, simplemente porque, ¿quién es usted para determinar qué obra artístico-musical es o no es trascendente?
Segundo, acerca de la "invasión de música extranjera" y su interés en reivindicar lo propio y tradicionalmente chileno, estoy plenamente de acuerdo en que hemos perdido ciertas manifestaciones culturales, como también me declaro en contra de los anglisismos innecesarios tan propios del esnobismo del chileno medio, subordinado a culturas consideradas (absurda e injustificadamente) "superiores"; pero eso de decir que la música andina no es chilena es derechamente ridículo, ¿acaso zonas del altiplano, como Antofagasta, Iquique y Atacama entre otras, no son efectivamente chilenas? Tal vez algunos arguyan que dichas zonas son originalmente peruanas y que hoy son consideradas chilenas sólo por las cláusulas del Tratado Limítrofe de 1904 firmado por Bolivia, Chile y Perú, pero estos tres pueblos tienen más cosas en común de las que algunos patriotas fanáticos en cada uno de estos tres países querrían admitir, ¿o acaso Illapu, uno de los mejores exponentes de nuestro folclore, no es un conjunto de música chilena? ¿Es tan pobre nuestra música, que sólo se restringe a la cueca y la tonada? ¿Qué pasa con la música chilota? ¿Qué hay de la saya, del huayno, del caporal? ¿La música de los mapuches o de la Isla de Pascua no merece un lugar en la cultura chilena?
Tercero: Estoy plenamente de acuerdo con que el rodeo es una actividad campestre tradicional chilena, pero al decir que es "el deporte del hombre de campo" está usted siendo demasiado generoso con esta etiqueta. Porque las "estrellas" que practican y defienden este deporte son dueños de fundo y terratenientes cuyo perfil dista bastante del "hombre de campo" auténtico, que trabaja la tierra, cuida y limpia las caballerizas, lecha las vacas o las cabras y ayuda en los alumbramientos de las nuevas crías de las reces, entre otras actividades. Y por lo demás, el hecho de ser una tradición con años y años de ejercicio no quiere decir que sea "buena" desde el punto de vista ético y moral, porque, para mí al menos, no es grato ver a un animal siendo aporreado, maltratado y herido por el simple placer morboso de un grupo de cavernícolas retrógrados que, ante la evidente falta de sensibilidad de demuestran, probablemente repitan ese comportamiento en sus fundos para con sus peones.
Aunque dudo que usted lea esto, reitero el respeto que le profeso como persona que es, pero lamentablemente no puedo dejar de cuestionar estos planteamientos ya que creo en el poder del arte para llamarnos, como raza humana, a defender causas justas, y la suya, con esta trastienda que usted deja entrever, no me parece tal.
He dicho.
Atentamente,
Isaac Taladriz
PD: Gracias a quienes sí leyeron, Y NO LO INTENTEN EN SUS CASAS.